A la hora de hacer reparaciones en el baño, uno de los problemas más frecuentes es el de la cisterna estropeada. Al comprobar que emite un ruido extraño o que no para de salir agua, lo más común es pensar en llamar a un fontanero. Sin embargo, en este post se va a demostrar que, con unos sencillos pasos, arreglar la cisterna sin ayuda no es tan complicado.
¿Cómo funciona una cisterna?
Para solucionar tus problemas con el inodoro, lo primero que tienes que conocer es el funcionamiento de la cisterna. Normalmente, el agua entra a través de una tubería y su nivel se controla a través de una válvula. A su vez, la válvula se regula con un flotador de plástico que la abre o la cierra, dependiendo del nivel de agua dentro de la cisterna.
¿Qué necesito para solucionar problemas con el inodoro?
Herramientas para el bricolaje en el cuarto de baño
– Alicates pico de oro.
– Llave inglesa.
– Destornillador.
Materiales
– Kit de sujeción cisterna.
– Válvula descargadora.
– Junta de válvula descargadora.
– Junta de válvula grifo flotador.
– Junta de estanqueidad exterior de cisterna.
– Pulsador.
– Latiguillo.
– Grifo flotador.
– Llave de escuadra de corte.
Problemas frecuentes de una cisterna estropeada
Antes de comenzar con el bricolaje en el cuarto de baño, hay que tener en cuenta los principales problemas por los que las cisternas se estropean. Que gotee, no cargue o que el pulsador se haya roto.
1. La cisterna gotea
El primer paso a realizar para reparar la fuga de la cisterna es levantar la tapa y acceder el mecanismo. Para conseguirlo afloja el tirador de la parte superior, desenrosca la guía y abre la tapa.
Cuando ya está abierta, hay que comprobar que el flotador esté bien regulado y apretar el tornillo. Muchas veces las irregularidades en el flotador suelen ser el motivo de las fugas.
En caso de que no funcione, tendrás que cerrar la llave de paso del agua y vaciar la cisterna. Una vez se complete el proceso, hay que retirar el sistema de la válvula de entrada de agua. El sistema está formado por el brazo y el flotador. Además, no hará falta cortar el agua general de toda la vivienda, tan solo la del inodoro.
El siguiente paso consistirá en desenroscar la tuerca de plástico que está sobre la válvula. Si tienes problemas para encontrarla, ten en cuenta que se encuentra en el extremo opuesto del brazo en el que cuelga el flotador.
Una vez retirado el mecanismo, hay que quitar la zapata de la válvula de entrada. Para ello, podrás ayudarte de un destornillador. Si parece estropeada es recomendable cambiarla por otra y probar de nuevo. Quizá este sea el problema que cause la fuga.
Si sigue sin dar resultado, hay un último motivo que puede provocar que tu cisterna no pare de gotear: que la válvula de salida esté estropeada. Para comprobarlo, tendrás que desmontarla por completo girándola totalmente. Después de quitar el pistón, encontrarás una zapata de goma. Es la encargada de abrir el paso al inodoro y puede estar gastada. Afloja la tuerca, retira la goma y sustitúyela por una nueva.
2. La cisterna no carga
Si al tirar de la cadena casi no sale agua, la cisterna no está cargando bien. Para solucionarlo, ábrela y comprueba el tipo de mecanismo por el que funciona. Normalmente, en los inodoros más antiguos encontrarás un flotador que sube y baja en función del nivel del agua.
Siguiendo los mismos pasos que cuando la cisterna gotea, comprueba que el flotador esté bien regulado y que la goma no esté gastada. En caso de que todo esté bien, aprieta el tornillo.
Para los inodoros más nuevos el proceso es aún más sencillo. Simplemente, tendrás que cambiar todo el mecanismo.
3. El pulsador está roto
Si el pulsador de tu baño se ha roto, no te preocupes, siguiendo unos sencillos pasos también serás capaz de arreglarlo. Normalmente, los problemas con el pulsador se deben a un fallo en su mecanismo. Ambos están unidos por una varilla que debe mantenerse en posición vertical.
Si se desajusta, el sistema fallará y comenzará a caer agua de la cisterna. Para solucionarlo, simplemente coloca de nuevo la varilla en su posición adecuada.
Otros problemas con el inodoro
Si has comprobado todo lo anterior y tu cisterna aún no funciona bien, quizá tu problema se encuentre en las juntas de sujeción o el latiguillo.
1. Fuga en las juntas de sujeción
Las cisternas se acoplan al inodoro a través de unos tornillos que pasan desde su interior hasta la base, sujetadas por tuercas. Con el paso del tiempo, tanto las juntas de goma como las metálicas se desgastan y hay que cambiarlas.
Para ello, el primer paso a seguir es comprobar que estén bien apretadas. Si esto no soluciona el problema, cierra la llave de paso, descarga la cisterna y cambia el sistema de sujeción.
2. La llave de paso o latiguillo falla
El último problema al que puedes enfrentarte es que falle el latiguillo. Si esto ocurre, desmóntalo con la ayuda de una llave inglesa y cámbialo por uno nuevo. Es importante conocer que, si el problema es la llave de paso, también habrá que cambiarla por otra nueva. Para ello, tendrás que cortar el agua de toda tu vivienda o, si tienes opción, del cuarto de baño.
Sugerencias para tener éxito
Si te has decidido a arreglar el inodoro, puedes aprovechar para introducir algunas mejoras. Para ahorrar agua, regula el caudal de llenado o descarga el agua de manera parcial.
En el caso de que la cisterna haga mucho ruido, comprueba que la válvula de llenado tenga sobre ella un tubo de plástico. Si se ha desprendido o está en mal estado, cámbialo.
Finalmente, ten siempre cuidado del agua sobrante de la cisterna. Un cubo, una fregona o un recipiente cerca evitará que caiga al suelo y lo deteriore.
En definitiva, arreglar la cisterna sin ayuda no será tan difícil si sigues estos pasos y consejos. ¿Te has decidido por llevar a cabo las reparaciones en el baño? Visita nuestra tienda online y encuentra todo lo necesario para el proceso.
Es necesario tener la herramienta adecuada para que si necesitas arreglar por cuenta propia tu baño cuentes con el equipo necesario.